¿Ansiedad y estrés? 9 consejos para decirles adiós

Ansiedad y estrés son problemas que podemos experimentar en muchas ocasiones de nuestra vida. En este artículo te damos varios tips para que puedas enfrentarte a ellos con éxito.

Épocas de exámenes, presentaciones en público, reuniones importantes, relaciones que terminan, cambios y situaciones personales… ¿Quién no ha experimentado un momento de ansiedad o de estrés en su vida?

Existen determinadas situaciones a lo largo de la vida que pueden aumentar nuestro nivel de ansiedad y estrés y hacer que sea aún más complicado afrontarlas, tanto si son positivas como negativas. Ante ello, no debemos dejarnos llevar por los nervios, sino tratar de mantener la cabeza fría, ser positivos y llevarlo lo mejor posible.

Antes de nada: ¿conoces la diferencia entre ansiedad y estrés? Aunque son conceptos difusos y que, a menudo, provocan síntomas que se pueden confundir, son diferentes: la ansiedad es una preocupación excesiva por algo que hace que sintamos miedo/inseguridad en determinados momentos, pudiendo llegar a experimentar los temidos ataques de pánico. El estrés, por su parte, es un estado de tensión, que puede ser física o mental. Eso sí, si se experimentan durante largos periodos de tiempo, ambos pueden tener consecuencias físicas y/o psicológicas. La ansiedad es, al fin y al cabo, un síntoma del estrés.

¿Sabrías interpretar si tienes ansiedad o estrés?

Según la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS), estos son los síntomas de la ansiedad:

• A nivel psicológico: preocupación, temor, inseguridad, dificultad para decidir, pensar, estudiar o concentrarse, miedo, pensamientos negativos sobre uno mismo, pensamientos negativos sobre nuestra actuación ante los demás, temor a que se vean nuestras dificultades, temor a la pérdida de control.
• A nivel físico: sudoración, tensión muscular, taquicardia, molestias estomacales y gástricas, dificultades para respirar, dolores de cabeza, mareos, sequedad bucal…
• A nivel comportamental (acciones): fumar, comer y/o beber en exceso, movimientos constantes, tartamudear, llorar, quedarse paralizado…

Por su parte, el estrés se manifiesta con síntomas físicos (dolores de cabeza, tensión muscular, cansancio, insomnio, caída del pelo, problemas en la piel, problemas gastrointestinales…), síntomas psicológicos o que afectan al estado de ánimo (irritabilidad, falta de concentración, ansiedad, tristeza…) y síntomas comportamentales (fumar, comer y/o beber en exceso, tomar drogas, tratar de pasar más tiempo en solitario…).

Ahora que ya conocemos sus síntomas, podemos tomar las medidas necesarias para afrontar los episodios puntuales de ansiedad y estrés.

9 consejos para despedirte de ansiedad y estrés

En primer lugar, debes tener en cuenta que, para evitar tener ansiedad y estrés, así como para prevenir cualquier otro tipo de enfermedad, es imprescindible tener un estilo de vida saludable, por supuesto alejado del consumo de tabaco, alcohol y drogas.

Por eso, procura hacer ejercicio de forma regular, intenta que tu alimentación sea sana y equilibrada, al menos durante el 90% del tiempo, y duerme al menos 7-8 horas diarias. Una vez hayas conseguido adoptar un estilo de vida más sano, tendrás la batalla casi ganada.

Además de lo anterior, puedes tener en cuenta lo siguiente:

• Organízate: respeta tus horarios, sé realista en tus estudios/trabajo y no te fuerces demasiado, no intentes abarcarlo todo y delega, aprende a decir no en determinadas situaciones y momentos.
• Afronta los problemas: no evadas las situaciones que te crean incertidumbre, trata de solucionarlas (con o sin ayuda), sopesando los pros y contras y las posibles soluciones que puedan tener y, cuando tomes una decisión, no le des más vueltas, da un paso adelante y sigue.
• No te dejes llevar por “y si…” o por “qué hubiera pasado si…”: el pasado es eso, pasado, y si ya has tomado una decisión y has seguido adelante, no merece la pena que te plantees cómo hubieran sido las cosas si hubieras optado por otro camino.
• Felicítate: date una “palmadita en la espalda” cuando hagas las cosas bien, aunque te parezcan una tontería insignificante. Reconocer tus aciertos te dará mayor autoestima y así te sentirás mejor.
• Apóyate en los demás: no te aísles. Tu familia y tus amigos son tus incondicionales, cuenta con ellos cuando lo necesites y déjate mimar.
• Ríete más y observa la vida desde el lado positivo: en lugar de negativizarlo todo, transfórmalo en positivo.
• Haz actividades que te gusten: leer, escuchar música, salir a correr, dibujar, cocinar… Destina parte de tu día a practicar una actividad que te guste y te relaje, con la que disfrutes de verdad.
• Dedícate 10 minutos al día: un rato para pensar, meditar o, simplemente, dejar la mente en blanco y concentrarte en tu respiración, es suficiente para estar en calma, recuperar tu bienestar y relativizar las cosas.

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